lunes, 8 de febrero de 2010

Tres cantautores americanos

1. Bonnie "Prince" Billy


I See a Darknes, una de las grandes canciones sobre la amistad, versionada además por Johnny Cash en sus American Recordings

Bonnie "Prince" Billy es el muy escocés nombre artístico de Will Oldham, que también ha grabado con los alias de Palace Music, Palace Brothers, Palace y con su verdadero nombre. Desde principios de los 90, Oldham se convirtió en el principal exponente de un nuevo folk low fi que terminaría por consagrarse una década más tarde. Sus primeros discos mezclan actitudes que vienen del punk con un talento lírico de gusto tremendista y una recuperación rigurosa del folclore estadounidense, especialmente del de los Apalaches. Desde 1999, fecha de publicación de I See A Darkness, una de sus obras maestras, ha utilizado casi siempre el alias de Bonnie "Prince" Billy y ha ido abandonando el carácter low fi de sus primeros discos, alternando grabaciones más vanguardistas con álbumes clasicistas.


Strange Form of Life, del disco The Letting Go, una canción tocaya de uno de mis fados favoritos

Durante la última década, además, ha colaborado a menudo con otros músicos: Matt Sweeney, Scout Niblett, Tortoise, Brian Harnett.

2. Jason Molina


A Little At A Time, con imágenes del documental que acompañaba la caja de cuatro CDs Sojourner.

Como Will Oldham, Jason Molina dedicó buena parte de los 90 a grabar discos de folk y alt.country con estética low fi bajo el alias de Songs: Ohia. Desde 2003, sin embargo, utiliza el nombre de Magnolia Electric Co., título del último álbum de la banda anterior.


The Dark Don´t Hide

Durante la última década, una de las constantes de Jason Molina han sido las giras. El tipo está de gira constantemente, solo o con grupo, y buena parte de sus discos se han escrito e incluso grabado durante esas giras.


Un conciertazo de Jason Molina en solitario

3. Damien Jurado


Caskets, videoclip de su último disco, Caught in the trees

Como Oldham y Molina, Damien Jurado empezó a grabar en la primera mitad de los 90 en pequeños sellos dedicados, tal vez por necesidad, a la low fi. Sus canciones, aunque también enraizadas en el folklore americano, son en cambio más urbanas. Construidas como historias ya menudo narradas en tercera persona, la mayor parte de las canciones de Damien Jurado recuerdan a los maestro de la narrativa breve estadounidense y es habitual que se lo compare con Raymond Carver.


Abilene, mi canción favorita de Jurado. Casi parece un mini-The River o una canción perdida del Nebraska de Bruce Springsteen

Una de las pasiones de Damien Jurado son los "sonidos encontrados" y las grabaciones de campo, con las que experimentó en su disco Postcards and Audio Letters.


Sheets, también de Caught in the Trees, uno de mis discos de cabecera de los últimos dos años

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